miércoles, 22 de julio de 2015

Gracias y suerte UPyD

Ocho años después de afiliarme a UPyD en aquel ya lejano septiembre de 2007 solo puedo sentirme agradecido por todo lo que me ha aportado esta intensa experiencia política a mi vida. Aprovecho esta última entrada en mi blog para hacer balance y poner punto y final a la aventura desde una de las herramientas que con más intensidad utilice sobre todo en los primeros años y que luego fue sustituida sin darme apenas cuenta por el uso de Twitter. Gracias a este blog conocí a muchos de aquellos locos de los comienzos que soñabamos ingenuos con cambiar la forma de hacer política en nuestro país.

Echando la vista atrás me siento afortunado de haber vivido en primera persona el crecimiento de la primera fuerza política que consiguió hacer un roto al todopoderoso bipartidismo. Quedan en el recuerdo momentos inolvidables: las primeras reuniones de afiliados en los municipios de la zona noroeste de Madrid, la ilusión de la campaña electoral de 2008 con todo en contra, el primer discurso de investidura de Rosa Díez en el Congreso de los Diputados, la satisfacción del grupo parlamentario en 2011, la machada de llenar Vistalegre, el grupo pionero de ciberactivismo, la visita a los campamentos saharuis, la defensa de la sanidad pública desde la Asamblea de Madrid, los encuentros de jóvenes en Sevilla, Vitoria y Málaga... También he vivido la otra cara de la moneda y he sufrido desde hace bastantes meses con todas las decisiones, desde mi punto de vista equivocadas, que nos han llevado a la situación actual y que comenzaron con la desarticulación del grupo de Trabajo de Estudiantes y siguieron con la confección de la lista de las elecciones europeas, la negativa a alcanzar acuerdos con fuerzas políticas afines y dedicar todos los esfuerzos a diferenciarnos de ellas, el rechazo a asumir responsabilidades y un cambio de liderazgo ante los malos resultados electorales y ya por último todas las circunstancias que han rodeado la celebración del Congreso Extraordinario. Pero aún en estos meses he encontrado motivos para ilusionarme y la campaña que desde la candidadura de "Renovadores UPyD" hemos realizado para tratar de producir un cambio real en el partido y salir de la irrelevancia actual ha sido un ejemplo de ello.

Pero sin duda lo que más me ha merecido la pena y es el verdadero tesoro que me llevo de estos años ha sido la gente que UPyD me ha permitido conocer. Desde personas que cambiaron mi vida como Pablo a amigos que sé que son ya para siempre como Alberto, Manu, Javi, Lucas, Cuena, Pedro, Jesús, Paula, Riqui, Sergio, Ramón, Maika, Fran, Rubén... Son muchas, muchísimas más, las personas interesantes e idealistas que he encontrado en el camino y con las que seguro me volveré a encontrar. Todas esas cañas, todos esas campañas a pie de calle, todas esas reuniones de trabajo, todas esas conversaciones en las redes... son la razón por la que para muchos UPyD ha significado algo más que otra forma de hacer política durante estos años.

Me doy de baja de UPyD porque sería hipócrita por mi parte permanecer en una organización que internamente desde mi punto de vista en los últimos meses ha cruzado todas las rayas rojas de la decencia en política. No es el momento de buscar culpables porque creo que todos lo somos en cierta medida y es por ello que yo también tengo que pedir perdón por la parte que, como dirigente del partido durante muchos años, me toque.

El proyecto político de UPyD es posiblemente el mejor que haya tenido la oportunidad de votar la sociedad española en décadas. Acertamos en el diagnóstico de los grandes problemas a los que se enfrentaba España antes de que fuesen notorios para gran parte de la sociedad y también acertamos en muchas de las soluciones pero principalmente por nuestros propios fallos, aunque también por algunos factores externos, no hemos conseguido tener la fuerza suficiente para llevarlas a cabo. Ojalá las propuestas de UPyD no caigan en saco rato y sigan de alguna manera presentes en las instituciones como afortunadamente ya esta ocurriendo.

Son dias muy tristes para los que hemos sacrificado tanto por no resignarnos a que en la política española todo siga igual pero visto con perspectiva, incluso aunque de alguna manera nos sintamos derrotados, estoy seguro de que ha merecido la pena. A muchos que como yo hoy nos sentimos huérfanos desde el punto de vista político nos toca ver ahora "los toros desde la barrera" justo en el momento en el que el panorama se encuentra más abierto que nunca pero también estoy convencido de que más pronto que tarde nos volveremos a encontrar. Hay un inmenso capital humano que no nos podemos permitir sacrificar.

De nuevo, gracias a todos por tanto. A los que os quedáis en UPyD, a los que buscáis integraros en otros partidos, a los que aspiráis a un partido nuevo o a los que solo aspiráis a desconectar durante un tiempo de la política todo mi respeto. Mucho ánimo y mucha suerte de corazón.