lunes, 4 de febrero de 2008

propuestas UPyD (ii): supresión cupo navarro y vasco

1– La Aportación navarra y el Cupo vasco deben ser equitativos, lo que significa que deben pagar al Estado el costo real de los servicios que éste presta. No se trata de quitar nada a nadie, sino de eliminar desigualdades. UPyD defiende la igualdad fiscal, a diferencia de PSOE y PP, que aceptan este sistema por conveniencias locales (UPN, el socio navarro del PP, es intransigente).

2 – La Constitución incluye el sistema de Concierto Económico, pero no aprueba que se convierta en un sistema subrepticio de sobrefinanciación inconstitucional. No aceptamos que haya ciudadanos fiscalmente de primera y de segunda por el lugar donde vivan.

3– Proponemos que todas las comunidades tengan la misma financiación, que la presión fiscal y los beneficios sociales sean lo más equitativos posibles en todas las comunidades, y que el Estado tenga la capacidad de invertir más recursos donde sea necesario para el bien común.

4– No aceptamos el concepto de “derecho histórico” si equivale a privilegio y desigualdad . La democracia es igualdad de derechos y obligaciones, sean antiquísimos o de ayer mismo. Proponemos que en la reforma de la Constitución desaparezca la alusión a los derechos históricos vascos (como a la posible integración de Navarra en Euskadi por las mismas razones).

Al proponer que el cálculo del Cupo sea equitativo y realista, defendemos la igualdad fiscal y la Constitución –y si se quiere, el Concierto Económico sin falsear-, que no dice nada de que haya que subvencionar a ciertas regiones a costa de los ciudadanos de las demás. No atacamos la historia de nadie, sólo recordamos que en la democracia todos tenemos los mismos derechos porque tenemos las mismas obligaciones, como la de pagar impuestos razonables para sostener un Estado común que garantice nuestras libertades básicas. La suposición de que algunos han heredado la suerte de recibir más que sus vecinos pagando menos es muy agradable para los favorecidos, pero imposible de justificar según los principios de la democracia. Otra cosa es que a nadie le interese un sistema tan engorroso, enrevesado y opaco como el Cupo si no resulta claramente ventajoso; el gobierno vasco, por ejemplo, ha intentado muchas veces –sin éxito-que las tres haciendas forales vascas actúen con los mismos criterios y le cedan más recursos para gastar más, y en este caso han sido las provincias las que defienden sus “fueros” respectivos: cuestión de interés local y particular, más que de historia o derechos.

Es evidente que nuestra posición puede ser mal acogida en ciertos ámbitos de las comunidades afectadas, y que desde luego desagradará profundamente a los nacionalistas y sus imitadores regionalistas. Pero un principio fundacional de UPyD es –a diferencia de PSOE y PP-proponer una política común para todos los ciudadanos de España, y defenderla igualmente en todas partes, sea más o menos popular.

1 comentarios:

candidato 18 dijo...

más sobre el cupo vasco y la aportación navarra:

En la actualidad, el País Vasco y Navarra disfrutan de un sistema especial de financiación llamados, respectivamente, Cupo vasco y Aportación navarra el Estado (en adelante, Cupo indistintamente). Consiste, en resumen, en que las respectivas haciendas forales (cuatro, una por provincia) recaudan impuestos (en la actualidad, todos) y pagan al Estado a cuenta de los servicios que éste presta en sus respectivas provincias. La Constitución de 1978 lo acepta, pero tiene su origen en el final de las guerras carlistas, cuando en tiempos de Cánovas se instauró el Concierto Económico para compensar económicamente a las provincias vascas y a Navarra (a sus élites, claro está) por la derogación de los Fueros tradicionales. El verdadero centro de gravedad del sistema consiste en el cálculo y negociación del Cupo, el monto de la transferencia económica al Estado para compensarle por los servicios que da y no cobra (infraestructuras, defensa, seguridad, inversiones, etcétera).

El resultado es que en España hay dos sistemas de financiación autonómica: el foral y el común (ahora, el nuevo Estatuto catalán pretende introducir un tercero). Desde la transición, la negociación del Cupo se ha convertido en otro instrumento de presión política de los nacionalistas vascos contra el Estado, y en su huella, los partidos e instituciones navarras han conseguido todavía más beneficios que los vascos. Manipulando la “metodología” de cálculo del cupo, han logrado que el Estado se conforme con menos de lo que corresponde por lo que realmente gasta. En resumen, las instituciones vascas y navarras han conseguido una sobrefinanciación a costa del Estado.

Los cálculos de Mikel Buesa estiman en 2.060 millones de euros, y 660 millones, la sobrefinanciación que obtienen respectivamente País Vasco y Navarra mediante la subestimación del cupo. Hay que añadir que ambas comunidades son, respectivamente, la segunda y tercera, tras Madrid, en PIB por habitante. De manera que no sólo Madrid, sino el resto de las comunidades españolas acaban contribuyendo a sostener este privilegio fiscal: recibir más a cambio de pagar menos, y partiendo de mayores niveles de renta y mejores infraestructuras.

En Navarra, especialmente, las críticas de UPyD a este sistema –emitidas por Rosa Díez y Aurelio Arteta, especialmente-han levantado una oleada de críticas e indignación, acusando a nuestro partido de jacobino e igualitarista (sic). Es cierto que somos un partido igualitarista en materia fiscal, porque también lo es la democracia: el esfuerzo fiscal tiene que ser equitativo, relativo al nivel de ingresos y gastos de cada contribuyente.